Los vinos Ribera del Duero se caracterizan por tener mucho cuerpo y ser intensos, altos en color y estructurados. Esto se debe a los saltos térmicos tan abruptos que se producen entre el día y la noche en la región, que favorecen una maduración muy lenta y dotan a la uva de un hollejo muy grueso que propicia la concentración de sustancias para ceder al mosto durante la fermentación.

La Ribera del Duero se caracteriza por ser una tierra compleja, donde el clima, el suelo, las variedades de uvas y la altitud, conforman unas condiciones únicas que nos brindan uvas de extraordinaria calidad y gran valor con las que se elaboran los vinos de esta D. O.

Somos fieles defensores del legado de la D. O. Ribera del Duero. Un legado del que nace un profundo respeto hacia el terroir, hacia el clima y el entorno, y del cual debemos aprovecharnos con responsabilidad medioambiental, social y económica.